El 2 de junio de 2023, Maged M Shafik, director general de L.C.G Egipto, visitó KAPSOM, y Kelvin Yuan, director general de KAPSOM, recibió a Shafik y a su grupo.
L.C.G es uno de los mayores proveedores y distribuidores de materias primas químicas del mercado egipcio. La empresa se fundó en 1992. Durante esta visita a KAPSOM, realizaron principalmente amplios intercambios sobre la cooperación del proyecto de cloruro de calcio, el proyecto de ácido sulfúrico, el hidrógeno verde y el proyecto de amoníaco verde en el mercado egipcio.
Egipto abarca dos continentes, Asia y África, con un territorio de un millón de kilómetros cuadrados y una población de más de 100 millones de habitantes. Es una de las economías más importantes del mundo árabe y de África. Según el mapa de energía eólica y solar publicado por Egipto, la duración media de la insolación en Egipto puede alcanzar las 9-11 horas, y la intensidad media anual de radiación solar directa llega a los 2000-3200 kWh por metro cuadrado. La velocidad media del viento por encima de los 50 metros en la parte sur del desierto alcanza 8-10 m/s y 6-8 m/s respectivamente, con abundantes recursos de energía eólica. Las regiones oriental y occidental del río Nilo en Egipto pueden construir 52,3GW de capacidad instalada de energía solar y 31,15GW de capacidad instalada de energía eólica, lo que sin duda es un terreno fértil para el desarrollo de las energías renovables.
La capacidad instalada total de los proyectos de hidrógeno verde que se prevé poner en marcha en Egipto de aquí a 2035 es de 11,62 GW, lo que sitúa al país entre los primeros del mundo en cuanto a capacidad instalada global de hidrógeno verde. Los inversores internacionales están mostrando interés por el mercado egipcio del hidrógeno verde, teniendo en cuenta factores como la situación geográfica, las infraestructuras de gas natural, las instalaciones de licuefacción, los mercados de combustibles, los puertos y el potencial solar y eólico. Además, Egipto también está cerca de los mercados de la Unión Europea y Oriente Medio, que tendrán una enorme demanda de energía de hidrógeno en los próximos años.
El gobierno egipcio se ha dado cuenta de la importancia de la producción, el almacenamiento, la importación y la exportación de hidrógeno y amoníaco ecológicos para la estrategia de desarrollo nacional, y está estudiando la posibilidad de ofrecer ayudas estatales e incentivos fiscales para simplificar los procedimientos de construcción, explotación y gestión de los proyectos de energía del hidrógeno. Entre los incentivos adicionales se incluyen tipos impositivos preferenciales en aduanas de importación y exportación, costes de conexión a servicios públicos a cargo del Estado, etc. Si el proyecto se pone en funcionamiento en un plazo de dos años, el Estado también puede compensar 50% del coste de asignación del terreno. Estas políticas hacen de Egipto uno de los puntos calientes de hidrógeno renovable más prometedores del mundo.