El hidrógeno verde podría desempeñar un papel crucial en el camino de la industria marítima hacia la descarbonización. Producido por electrólisis, el H2 no emite carbono y podría estar ampliamente disponible en todo el mundo en el futuro, como combustible marino o como elemento clave para los combustibles sintéticos.
El hidrógeno no es el único combustible alternativo. Los biocombustibles -combustibles fabricados a partir de materiales vegetales o residuos animales- son otra. Pero éstos tienen una gran variedad de usos previstos en otros sectores, mientras que su producción sostenible es limitada.
Otra opción son las baterías cargadas con electricidad renovable. Pero probablemente habrá límites en cuanto a la distancia que pueden recorrer; los grandes barcos que cruzan océanos necesitarían demasiadas baterías para funcionar sólo con ellas.
Sin embargo, más de 95% de hidrógeno utilizado se produce utilizando combustibles fósiles. De hecho, 6% del gas natural mundial y 2% del carbón se destinan actualmente a la producción de hidrógeno. Aunque este tipo de hidrógeno podría utilizarse para propulsar barcos con cero emisiones del propio barco, obviamente no es bajo en carbono ya que se utilizan combustibles fósiles para producirlo.
Pero el hidrógeno también puede producirse sin combustibles fósiles, utilizando energía renovable para dividir el agua en un proceso llamado electrólisis. Este proceso es caro, y actualmente sólo se producen 0,1% de hidrógeno con él, pero es ahí donde reside la principal esperanza para un combustible de navegación respetuoso con el clima.